LITURGY CORNER: Fixed Candles
This is a continuation on an exploration of all the different candles we use liturgically
Sanctuary Candle
When many people enter a church one of the first things they look for is the sanctuary (or tabernacle) candle which is placed as an indication of where the tabernacle is located. This candle is usually red and placed above the tabernacle in which resides the blessed sacrament. This candle comes from the hebrew tradition of eternal flame in the tabernacle and later the temple. It was a priestly responsibility to make sure the flame always continued. We should always have a lit candle accompanying the tabernacle when the blessed sacrament is present.
In our church the tabernacle is located in our chapel, so that is where you will find this candle.
When we enter a space where the tabernacle is located we are called to give reverence to Christ presence by genuflecting (kneeling and making the sign of the cross). So the Sanctuary candle has become a visual indication for the faithful whether or not to genuflect in a certain space. For us, that means that really we should genuflect towards the tabernacle in the chapel when we draw near to it. It also means that we don’t genuflect when we enter the church or sit in our pew (as would be customary in churches where the tabernacle is located). The appropriate custom for us is to bow towards the altar when entering your pew.
Consecration Candles
Additionally in some churches(not ours) you will find candles around the inside walls of the church (including our cathedral). These mark the locations of where chrism oil was put on the walls during the consecration of the church. The custom is for twelve locations reflecting the twelve tribes of Israel and the apostles as consecrated and set apart just as the physical space of the church became devoted to sacred use. While there are no longer specific rules for when these are lit, it is typical to light them on the anniversary of the dedication of the church, the patronal feasts, and perhaps other solemnities.
RINCÓN DE LA LITURGIA
Velas encendidas
Esta es una continuación de una exploración de las diferentes velas que usamos litúrgicamente.
Vela del Santuario
Cuando muchas personas entran a una iglesia una de las primeras cosas que buscan es la vela del santuario (o tabernáculo) que se coloca como indicación de dónde está ubicado el tabernáculo. Esta vela suele ser roja y se coloca encima del tabernáculo en el que reside el santísimo sacramento. Esta vela proviene de la tradición hebrea de la llama eterna en el sagrario y posteriormente en el templo. Era una responsabilidad sacerdotal asegurarse de que la llama continuará siempre. Siempre debemos tener una vela encendida acompañando al tabernáculo cuando el santísimo sacramento esté presente.
En nuestra iglesia el tabernáculo está ubicado en nuestra capilla, ahí es donde encontrarás esta vela. Cuando entramos a un espacio donde se encuentra el tabernáculo, somos llamados a dar reverencia a la presencia de Cristo haciendo una genuflexión (arrodillándose y haciendo la señal de la cruz). Así, el cirio del Santuario se ha convertido en una indicación visual para los fieles sobre si deben o no hacer una genuflexión en un determinado espacio. Para nosotros, eso significa que realmente debemos hacer una genuflexión hacia el tabernáculo en la capilla cuando nos acerquemos a él. También significa que no nos arrodillamos cuando entramos a la iglesia o nos sentamos en nuestro banco (como sería costumbre en las iglesias donde se encuentra el tabernáculo). La costumbre apropiada para nosotros es inclinarnos hacia el altar al entrar a nuestro banco.
Velas de Consagración
Además, en algunas iglesias (no la nuestra) encontrará velas alrededor de las paredes interiores de la iglesia (incluida nuestra catedral). Estos marcan los lugares donde se puso aceite crismal en las paredes durante la consagración de la iglesia. La costumbre es que doce lugares reflejen las doce tribus de Israel y los apóstoles como consagrados y apartados tal como el espacio físico de la iglesia se dedicó al uso sagrado. Si bien ya no existen reglas específicas sobre cuándo se encienden, lo típico es encenderlos en el aniversario de la dedicación de la iglesia, las fiestas patronales y quizás en otras solemnidades.
ones de las oraciones que se han ofrecido.