LITURGY CORNER
Liturgical Prayers: Chaplets
The word “chaplet” may bring to mind rosary-like beads or rhythmic prayers, but many are unfamiliar with the range and richness of these devotional tools. A chaplet is a form of prayer, usually structured and often prayed with a string of beads. While the Rosary is the most well-known, it is actually one of many chaplets in the Catholic tradition.
Chaplets vary in length, structure, and purpose. Some are focused on particular devotions—such as the Divine Mercy Chaplet or the Chaplet of the Seven Sorrows of Mary. Others center on specific saints, virtues, or intentions. What they all share is a repeated rhythm of prayer, usually invoking God’s mercy, offering praise, or asking for intercession.
Chaplets are not liturgical in the strict sense—they are not part of the Mass—but they are part of the larger tradition of Catholic devotional prayer. Like novenas, they offer a personal and often communal way to draw closer to God. Chaplets can be prayed privately, in a group, or even incorporated into parish life before or after liturgical celebrations.
One of the most widely known chaplets today is the Divine Mercy Chaplet, given to St. Faustina Kowalska in the 20th century. It is typically prayed using Rosary beads and includes repeated invocations of Christ’s mercy. Many Catholics pray it at 3:00 p.m., known as the Hour of Mercy. This chaplet has become especially popular for intentions of healing, conversion, and comfort for the dying.
Other chaplets can be more complex or specific. The Chaplet of St. Michael includes invocations to each of the nine choirs of angels. The Little Crown of the Blessed Virgin consists of prayers in honor of Mary’s virtues. Each chaplet offers its own spiritual focus and rhythm.
At Mary Queen, we offer the Divine Mercy Chaplet as part of a special service on Divine Mercy Sunday (the 2nd Sunday of the Easter Season). On this day offering of the chaplet accompanied by Mass attendance, confession, and praying for the pope's intention offers a plenary indulgence (a topic we will dig into in a later article).
Chaplets may be led by parish groups or quietly prayed by individuals. Their flexibility allows for a rich diversity of expressions of faith. There is no single correct way to pray a chaplet—some follow traditional texts, while others are adaptations or spontaneous. Chaplets can be short and simple or extended and meditative. What matters most is the heart with which they are prayed.
So if you are looking for a new devotional practice or a way to deepen your daily prayer, consider praying a chaplet. Whether you are asking for God’s mercy, honoring Mary or the saints, or meditating on the mysteries of Christ, chaplets can offer a meaningful path into the mystery of prayer. Find a collection provided by our devotions team at: https://mqhr.org/chaplets
RINCÓN DE LA LITURGIA
Oraciones litúrgicas: Coronillas
La palabra "coronilla" puede evocar cuentas similares a las de un rosario o rezos rítmicos, pero muchos desconocen la variedad y riqueza de estos instrumentos devocionales. Una coronilla es una forma de oración, generalmente estructurada y a menudo rezada con un rosario. Si bien el Rosario es el más conocido, en realidad es una de las muchas coronillas de la tradición católica.
Las coronillas varían en longitud, estructura y propósito. Algunas se centran en devociones específicas, como la Coronilla de la Divina Misericordia o la Coronilla de los Siete Dolores de María. Otras se centran en santos, virtudes o intenciones específicas. Todas comparten un ritmo de oración repetido, que generalmente invoca la misericordia de Dios, ofrece alabanzas o pide intercesión.
Las coronillas no son litúrgicas en sentido estricto —no forman parte de la misa—, pero sí forman parte de la tradición más amplia de la oración devocional católica. Al igual que las novenas, ofrecen una forma personal y, a menudo, comunitaria de acercarse a Dios. Las coronillas pueden rezarse en privado, en grupo o incluso integrarse en la vida parroquial antes o después de las celebraciones litúrgicas.
Una de las coronillas más conocidas hoy en día es la Coronilla de la Divina Misericordia, donada a Santa Faustina Kowalska en el siglo XX. Se suele rezar con las cuentas del rosario e incluye repetidas invocaciones a la misericordia de Cristo. Muchos católicos la rezan a las 15:00 h, conocida como la Hora de la Misericordia. Esta coronilla se ha vuelto especialmente popular para las intenciones de sanación, conversión y consuelo para los moribundos.
Otras coronillas pueden ser más complejas o específicas. La Coronilla de San Miguel incluye invocaciones a cada uno de los nueve coros de ángeles. La Coronilla de la Santísima Virgen consiste en oraciones en honor a las virtudes de María. Cada coronilla ofrece su propio enfoque espiritual y ritmo.
En Mary Queen, ofrecemos la Coronilla de la Divina Misericordia como parte de un servicio especial el Domingo de la Divina Misericordia (el segundo domingo del Tiempo de Pascua). En este día, la ofrenda de la coronilla, acompañada de la asistencia a la Misa, la confesión y la oración por la intención del Papa, ofrece una indulgencia plenaria (un tema que profundizaremos en un artículo posterior).
Las coronillas pueden ser dirigidas por grupos parroquiales o rezadas en silencio por individuos. Su flexibilidad permite una rica diversidad de expresiones de fe. No hay una única manera correcta de rezar una coronilla: algunas siguen textos tradicionales, mientras que otras son adaptaciones o son espontáneas. Las coronillas pueden ser cortas y sencillas o extensas y meditativas. Lo más importante es el corazón con el que se rezan.
Así que, si buscas una nueva práctica devocional o una manera de profundizar tu oración diaria, considera rezar una coronilla. Ya sea que estés pidiendo la misericordia de Dios, honrando a María o a los santos, o meditando en los misterios de Cristo, las coronillas pueden ofrecerte un camino significativo hacia el misterio de la oración. Encuentra una colección proporcionada por nuestro equipo de devociones en: https://mqhr.org/chaplets